La gestión de activos es un proceso crítico para garantizar la confiabilidad, disponibilidad y eficiencia de los equipos en una empresa. Sin embargo, a menudo se tiende a ver el mantenimiento como una actividad reactiva que solo se lleva a cabo cuando algo falla. En lugar de eso, es fundamental implementar una cultura de mejora continua en la gestión de activos, que permita optimizar el mantenimiento y prolongar la vida útil de los equipos.
La mejora continua en la gestión de activos implica un enfoque sistemático y proactivo para la identificación y eliminación de los problemas subyacentes que causan las fallas de los equipos. A través de este enfoque, se pueden tomar medidas preventivas para evitar las fallas antes de que ocurran, en lugar de simplemente reparar los equipos después de que fallan.
Para implementar una cultura de mejora continua en la gestión de activos, es necesario establecer un plan de acción claro y detallado. El plan debe incluir los siguientes pasos:
- Identificar los problemas: La identificación de los problemas es el primer paso crítico en la mejora continua de la gestión de activos. Se debe llevar a cabo una evaluación detallada de los equipos y procesos para identificar los problemas que pueden afectar su confiabilidad, disponibilidad y eficiencia.
- Establecer metas y objetivos: Una vez que se hayan identificado los problemas, es necesario establecer metas y objetivos claros para la mejora continúa. Estas metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART).
- Desarrollar estrategias y planes de acción: Se deben desarrollar estrategias y planes de acción para abordar los problemas identificados y lograr los objetivos establecidos. Estos planes deben ser claros, detallados y específicos.
- Implementar los planes de acción: Los planes de acción deben implementarse de manera sistemática y oportuna. Debe haber un seguimiento constante para asegurarse de que se están alcanzando los objetivos establecidos.
- Evaluar y mejorar: Una vez que se hayan implementado los planes de acción, se deben evaluar los resultados y hacer ajustes según sea necesario. Esta evaluación y mejora constante son fundamentales para mantener una cultura de mejora continua en la gestión de activos.
Para lograr una mejora continua en la gestión de activos, es esencial contar con herramientas y tecnologías adecuadas que permitan llevar a cabo una evaluación detallada y monitoreo constante de los equipos. En este sentido, las soluciones de gestión de activos, como Consuman, pueden ser una herramienta invaluable para llevar a cabo una gestión eficiente de los activos y mejorar continuamente la confiabilidad, disponibilidad y eficiencia de los equipos.
En conclusión, la mejora continua en la gestión de activos es fundamental para optimizar el mantenimiento y prolongar la vida útil de los equipos. A través de un enfoque sistemático y proactivo, es posible identificar los problemas subyacentes, establecer metas y objetivos concretos.
Karen Jimenez
Dir.mercadeo en CTN Global Colombia